Claridades. – Si según quienes elegimos para gobernar, serían por el convencimiento de la observancia de sus facultades para crear desarrollo, toma de decisiones y asegurarnos paz y bienestar, resulta que tenemos ante sí todo un fraude… ¡trágame tierra! En esta situación se vio envuelto ayer David Monreal, gobernador de Zacatecas al reconocer ante medios que no tenía repuesta acerca de cuándo podrían retornar las 100 familias que han sido desplazadas por los altos índices de violencia.

Clarín. – Asediado por la ciudadanía y medios de comunicación, David Monreal acerca del retorno de las familias, espetó; “Ojalá yo tuviera la respuesta, esa no la tiene ni Obama, es un tema muy delicado, ese no es un tema trivial, es el problema más delicado de este País, es el tema de tema”. Su respuesta levantó acres cometarios de la ciudadanía, al mostrar “castrado” ante la problemática delincuencial que, si bien requiere de mucho valor, lo menos habría sido el mostrar una estúpida cobardía.

Claro que sí. – “Si hubiera un especialista en el mundo, un brujo, un pitoniso que nos dijera cuándo, tengan la seguridad que el Presidente, cualquier Gobernador o yo ya lo hubiéramos contratado”, remató de salida y como si quisiera darle estilo a su torpe lucimiento. Habitantes de las comunidades, ubicadas al este del estado y a 100 kilómetros de la frontera con Jalisco, huyeron de la violencia desde hace más de un año. La desaparición de personas es un problema que crece en el estado, admite la FGJZ.

Clarificando. – Los desplazamientos de familias es un hecho preocupante durante la última década, donde ciertamente nadie está a salvo, pero mayormente porque no se tiene vigilancia ni algún tipo de respaldo de la autoridad. Solamente aquí en Nuevo Laredo, existen más de 20 mil viviendas abandonadas por familias que se cruzaron al lado americano, retornaron a sus lugares de origen o bien desplazaron a alguna otra parte de la República. Inegi en 2012 tenía 23 mil viviendas sin moradores.

Claroscuro. – Entre el eludir la realidad y no despertar más temores entre la ciudadanía está la simulación, como así lo aplica el Instituto Nacional Electoral (INE) al referir sobre esta gran cantidad de casas deshabitadas y clasifica a sus moradores como “ilocalizables”. Es insoslayable el desplazamiento de familias, dicho de otra forma; un problema social asfixiante y que se ha dejado crecer por la propia autoridad, como así sería el ejemplo más reciente la contracción, temor y tibieza del gobernador Monreal.

Aclarando. – Datos de la Coalición Pro-Defensa del Migrante, revelan que autoridades migratorias de San Isidro, Tijuana, Baja California, cada mes atienden 300 casos de personas desplazadas, quienes en su mayoría huyen de la violencia y buscan asilo en el vecino país. Destaca que sólo el uno por ciento logra su objetivo. Este mismo estudio hace algunos años, registraba 40 casos por mes, para así dar una idea clara del disparado aumento en la violencia. Lo encabezan, Sinaloa, Coahuila y Guanajuato.

Claro que no. – Comienzan a surgir los tironeos bajo la mesa en el Centro Regional de Desarrollo Educativo (Crede) luego de la remoción del profesor Aurelio Uvalle Gallardo, pues ahora se realizan movimientos de “mucha confianza” con el nuevo titular Miguel Jáuregui Salazar a quien se le han asignado una serie de encomiendas desde Gobierno del Estado, y cuyo fin es convencer a grupos políticos estrategas del magisterio a fin de “promover” fuertemente el voto en favor del PAN.

Sabía usted que. – Nada efectiva aparece la Alianza PAN-PRI-PRD a solo dos meses de dar inicio las campañas electorales, luego que recientes encuestas siguen marcando en las preferencias con un dos a uno al candidato Américo Villarreal Anaya de la Alianza Morena-PT-PVEM. Siendo así, se confirma nuestra apreciación sobre este convenio político PAN-PRI-PRD, más alusiva ahora a aquella canción de Agustín Lara; “Que las rondas/No son buenas/Que hacen daño/Que dan penas/Que se acaba/Por llorar

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