Ni seguridad ni salud
PALACIO
Por Mario Díaz
Ni seguridad ni salud
-A Alfonso Durazo no le ha funcionado su estrategia
-López-Gatell ha fallado en predicción y estadística
-A estas alturas, preferible orientación que regaños
A JUZGAR por los resultados poco generosos, no es faltar a la objetividad afirmar que al gobierno de la Cuarta Transformación no le ha funcionado la estrategia para combatir el crimen organizado ni la planificación para enfrentar la epidemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2.
Antes de la enfermedad Covid-19 que ha impactado la salud y economía en la mayor parte de los países del planeta, ALFONSO DURAZO, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, acaparó los reflectores mediáticos en las conferencias mañaneras, aunque, desafortunadamente, ni antes ni después, se ha logrado “domar” la curva de la inseguridad que prevalece a lo largo y ancho del país.
De marzo a la fecha, las predicciones no han sido certeras en lo que se refiere a la propagación y contagio del coronavirus ni tampoco en el número real de defunciones.
Derivado de la crisis sanitaria, el hombre del momento es el doctor HUGO LÓPEZ-GATELL, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante sus diarias conferencias vespertinas en donde da a conocer la actualización de la estadística que registra los nuevos casos positivos, los sospechosos y los fallecimientos a causa del Covid-19. Lo grave es que se ha superado la barrera de los 7 mil contagios diarios y el funcionario federal responsabiliza a los gobernadores.
Si bien es cierto que la “nueva normalidad” no refleja necesariamente un “escenario apocalíptico”, también es muy cierto que la estrategia para combatir, actualizar y difundir los daños de la pandemia no ha sido la más adecuada. Desafortunadamente ni “Susana Distancia” ni el “Escuadrón de la Salud” han logrado su cometido en lo que a convencimiento se refiere.
De acuerdo a la Secretaría de Salud la contingencia sanitaria no ha colapsado el sistema hospitalario en el país, lo que podría tomarse como el triunfo de una batalla más no de la guerra. Sin embargo, tal situación no es el común denominador en las 32 entidades federativas.
Para la Organización Mundial de la Salud en voz del director para Emergencias Sanitarias, MIKE RYAN, el gobierno mexicano erró con la autorización de dar por terminado el confinamiento, justo en el momento de mayor transmisión del virus.
Asimismo, para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la situación en México derivada de la epidemia es considerada como “extremadamente compleja”.
Tal pareciera que la estrategia de la 4T está orientada a generar el mayor número de infecciones para lograr lo que se denomina “inmunidad de rebaño” y disminuir la propagación del virus. Mientras eso sucede, gira macabramente la tómbola del contagio que, en muchos de los casos, conduce a la muerte.
En otros países el confinamiento forzado dio resultados positivos porque la orden se hizo en tiempo y forma. Es decir, en el inicio de la cadena de transmisión y no en plena propagación del coronavirus como sucedió en México y los Estados Unidos, por citar un par de ejemplos.
En plena crisis sanitaria, las autoridades de los tres niveles de gobierno deberían hacer a un lado los regaños al no lograr el convencimiento ciudadano para quedarse en casa y mantener la sana distancia. La intención se torna prácticamente imposible ante la necesidad de obtener el gasto familiar y la reactivación de la economía.
En cambio, bien pudieran difundir remedios milenarios para fortalecer el sistema inmunológico que, en las condiciones actuales, en mucho ayudarían a evitar el colapso hospitalario. También, sería de mucho beneficio para las familias mexicanas que el gobierno federal permitiera el uso de fármacos que testimonialmente demuestran avance sustancial en la salud de pacientes con Covid-19.
La Ivermectina, utilizada para desparasitar el organismo y combatir la pediculosis es un medicamento que suministran las autoridades de salud en Tamaulipas y Nuevo León, por ejemplo, pero que la escasez ha provocado que se dispare su precio de 40 pesos hasta 130 cada pastilla.
El dióxido de cloro es una solución que, según testimonios de médicos y científicos, oxigena la sangre y elimina los trombos que provoca el coronavirus, pero que no es reconocida por la Organización Mundial de la Salud.
Cierto, la OMS es la autoridad mundial rectora de medicamentos y enfermedades, pero, a la vez, es el principal respaldo de la industria farmacéutica con todo lo que ello significa.
Así que….. saque usted sus propias conclusiones.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Tal parece que en la Junta de Aguas y Drenaje de la ciudad de Matamoros se da prioridad a la imagen política y se coloca en segundo término la salud de funcionarios y empleados.
En ambos pisos de las instalaciones de la Planta Uno se han detectado contagios del Covid-19, pero la Gerencia General se resiste a reconocer la alerta sanitaria, olvidando que con la salud no se juega y que está por encima de intereses partidistas.
II.-Ante el alarmante incremento de contagios de coronavirus en Matamoros, cada vez son más los ciudadanos que se preguntan si sirvió de algo la campaña de sanitización que llevó a cabo la autoridad municipal.
Se regaron miles de litros de agua con cloro en calles y banquetas, pero…..
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx