Martín Vaca, fabricante de autos clásicos, un hombre que distingue a México en el mundo
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SOÑÉ HACER ESTO Y SIGO SOÑANDO CON AMOR Y PASIÓN, DIJO EL RECONOCIDO MEXICANICO.
D.P. Guadalupe E. González
Lic. Carlos Cortez García
(Edición Exclusiva)
Cd. Reynosa, Tam.- Martin Vaca, un hombre sencillo y afable, cuya postura humilde lo distingue y por ello, se gana el cariño de la gente que con él dialoga, manteniendo en todo momento su sonrisa amable, además de un semblante cordial, pero siempre atento a que se le pregunta, para responder con certeza, porque apunta y subraya que, “soné hacer esto de construir autos clásicos y sigo soñando” y creo que, “ese sueño nunca se me va a terminar”, porque este trabajo lo hago con amor y pasión”, enmarcó enfático al inicio de la entrevista, durante su estancia en el parque Cultural Reynosa.
Uno nunca sabe que es lo que quiere, pero cuando algo te nace y te sale del corazón y la mente, sabes que es lo que deseas, por eso tengo más de 30 años fabricando autos clásicos y, no sé cuándo pueda dejar de hacer esto, solo dios lo sabe, porque ésta actividad, es algo que, hago buscando innovar y ponerle todo el empeño indispensable para que, al final lo que hacemos en conjunto, sea del gusto de la gente que, quiere un auto de estos, un clásico, dijo y luego abundó, que hoy estar aquí en Reynosa, me hace sentirme como en mi casa, junto a mi hija Isabel Vaca, que hoy me acompaña.
Enseguida comentó, el mundialmente conocido y distinguido “Mexicanico” Martin Vaca que, cuando yo compré mi primer carro, “mi vida cambio en el mundo de los automóviles”. Por ello, creo me enamoré de los autos, pues esto me gusta y lo disfruto, porque me apasiona.
Además, esto de fabricar carros clásicos siempre me gustó, “creo que lo traigo en la sangre” Y a lo mejor el reto de hacer esto, fue y sigue siendo para mí lo más importante en mi vida, por ejemplo: yo nunca había visto y “mucho menos pensar hacer una limosina”, y para mi lograrlo, cortarlo y alargar el carro y este funcionara, fue lo más elemental, incluso relevante en primer objetivo trazado, eso es algo que uno piensa nunca podría alcanzar, pero cuando haces las cosas con amor, todo finalmente, lo puedes lograr, dijo.
Luego recordó Martín Vaca que, la primera vez que hice la limosina, la saqué afuera del taller y alguien pasó, la vio y le gustó y me la compraban y les dije que aún no estaba terminada, pero me di cuenta que esto era mi vida y por eso, sigo trasformando autos clásicos y gracias a este trabajo, nos llaman a participar en programas como “Discoveri” en Estados Unidos, pero también en Europa e iremos a donde nos llamen, pero lo que más me entusiasma, es que, nunca pensé que llegáramos a competir mundialmente. Sin embargo, Martin Vaca, reconoció que, “hay otros muchos fabricantes de clásicos muy buenos”, tal vez mejores que yo y los admiro, dijo sonriente, pero siempre con un claro gesto de respeto y admiración hacia sus colegas competidores.
Esto de hacer carros para mí es motivante y, por eso sigo soñando. Enseguida abundó el experimentado fabricante y restaurador de vehículos clásicos Martín Vaca que, en relación a los costos de los autos, estos son variables, porque depende mucho de lo que el cliente pida. Pero cuando la gente quiere un auto con diversos o extremos accesorios, para hacerlo más atractivo, eso no tiene limitantes. Y recordó que una ocasión, el cliente le dijo que, deseaba instalarle a su auto, sonido por cien mil pesos y pues los instalamos. Por eso, “en esto del exceso en accesorios, no hay límites”, reiteró.
Cree Martín Vaca que, la gente que sabe de su excelente trabajo en esta rama, lo vayan a dejar jubilarse o retirarse de este importante mercado?.
Enfático respondió que, todo más bien depende de lo que uno quiere y lo que uno sueña y puntualizó que, cuando se hacen las cosas con más entusiasmo, las hacemos mejor y eso, por supuesto que te fortalece, para seguir con mayor empeño en este mercado. Y si la gente te sigue procurando mas ganas le dan a uno continuar en esto de restaurar autos clásicos. He hecho muchos y no sé cuántos más pueda hacer, pero eso ya depende del que está allá arriba, porque él, es quien nos da la oportunidad de estar aquí y seguir haciendo lo que nos gusta, puntualizó Martín Vaca.
Por otra parte, dijo que, a pesar de que el dinero es muy necesario como decía mi padre, creo que hay otras muchas cosas más importantes en la creación de este tipo de automóviles clásicos, aludiendo el entrevistado Martín Vaca que, “vale más el sentimiento que uno pone en un vehículo”. Porque incluso me ha pasado que a veces, “hasta te salen las lágrimas”, cuando se llevan un carro, en el que, “hay mucho sentimiento y amor de por medio”. Por ello, para mi es mucho más importante el valor sentimental, del trabajo que hago en la creación de estos automóviles.
El mundialmente conocido mexicano creador de autos clásicos Sr. Martín Vaca, subrayó que hay ocasiones en que, “si no se le pierde, tampoco se gana en un trabajo”. Pero el hecho de lograr su creación y la oportunidad que ahorita me da la Televisión de mostrarlo para mucha gente en el mundo, en por lo menos en 230 países y difundir mi programa en 17 idiomas, eso es mostrarle al mundo que, “los mexicanos también sabemos hacer cosas buenas” y “no vean nomás lo malo”. Porque la nota roja, donde quiera pasa, “pero lograr lo más bonito y blanco, es más difícil”, pero como dice la gente de Discoveri, que “lograr un programa blanco” que tenga tanto raiting, no es fácil y por ello, esto para mí, es maravilloso. Porque además “hemos roto fronteras”.
Agregó el Sr. Vaca que, en Estados Unidos, “MEXICANICOS, HA SIDO EL PROGRAMA MÁS VISTO” y eso, “ni Discoveri se la cree”. Y por esta razón doy gracias a todos los que apoyan el programa. Aludiendo que también aquí en México, hemos roto récords. Apuntando el destacado empresario que, “cuando uno desea hacer algo, debemos hacerlo con amor, pasión y cariño, pero sobre todo soñando”, porque, repito “soñar me llevó a hacer esto de restaura autos clásicos” cuyo trabajo, me ha motivado mucho y no voy a retroceder, para “alcanzar todos los retos” que, junto mi hija Isabel y mi equipo de trabajo, nos trazamos en el taller, concluyó el entrevistado.