El problema de la presidenta #Sheinbaum

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La imprudencia de #Andrés López Beltrán está convirtiéndolo, en una pieza incómoda del equipo de la presidenta #Claudia Sheinbaum Pardo (CSP). Cierto: la trayectoria al lado de su padre, Andrés Manuel, le hace merecedor de notables reconocimientos. Sin duda, que el largo esfuerzo por la larga y espinosa ruta de la presidencia de la república resultó un esfuerzo titánico de López Obrador y sus hijos.
Si fuera sensato, como su padre, estaría discretamente esperando la oportunidad.
Le gana, el ansia.
Por todo ese pasado que lo respalda y lo sustenta, actúa como si fuese igual que la presidenta.
Y no, no lo es.

¿Qué hubiera pasado si en el Zócalo, el joven Andy detiene, tomándola por el brazo, a Sheinbaum cuando pasó de largo para el presídium?
La oposición, manejaría la narrativa que más le acomoda: Claudia, es títere de los López Obrador. La autoridad sobre la presidenta, la tienen –clamarían los voceros de los conservadores– AMLO y su descendencia.
Por la salud de la república, no conviene ese tipo de circunstancias. Debilitan al Estado, a la presidenta y al legado de López Obrador.
Así de grave, es la sed de reflectores de López Beltrán.
Él, inflando su ego por la abyección de los líderes de Poder legislativo; CSP, acorralada por la novatez de Andy y sus lisonjeros amigos, es puesta ante la penosa disyuntiva de permitirlo o buscar el distanciamiento del junior.
Difícil situación: lo uno u lo otro, será munición para la oposición; y derivaría, en un desgaste prematuro de Sheinbaum.

Si Tamaulipas, ha enfrentado numerosos obstáculos para la implementación de la IV T, en parte es por las decisiones de López Beltrán. Junto con Mario Delgado –líder nacional de MORENA– realizaron grandes acuerdos que derivaron en el meteórico ascenso de José Ramón Gómez Leal (JR) hermano político de CdeV. Y el peor error de todos: darle protección al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Los tamaulipecos, tenemos mucho que reclamarle al hijo de AMLO. El clima de impunidad, de los Cabeza de Vaca –entre los que se encuentra el senador JR– en mucho se debe a la mano de Andy y de Delgado, quien vendió candidaturas que resultaron de obstrucción a la IV T y su segundo piso.
Ahorita López Beltrán está donde puede.
No es de extrañar, que la próxima gubernatura recaiga en manos de lo más pervertido de MORENA: JR u Olga Sosa.
El guachicol fifí, contra el guachicol naco.
La lógica del hijo Andrés, se impondrá sobre la de la militancia.
Dinamitó a los tres tristes oportunistas y quiere hacer lo mismo con Luisa Alcalde Luján.
Logró el sueño de la oposición: inhabilitar la caballada de MORENA.
Andy, no sabe que no sabe.
Correcto, presidenta: ¿Pero que culpa tenemos los tamaulipecos?