Clarificando. – En un momento de extravío sobre algún pasatiempo, vimos de Televisa otro péndulo de su impune actividad sobre la “trata de blancas”, ahora en el contexto de mercadear una serie, como parte de la azorada vida de la cantante Gloria Trevi, sin duda involucrada hace algunos años en este delito de resonancia internacional y que a su vez dominó la gran manaza al mover influencias, otorgar impunidad y además comprar los derechos de esos truculentos hechos, difundirlo con morbo y lucro.

Clarín. – En un segmento de narrativa de la cantante, se le observa dar un volátil argumento al asegurar que fue testigo de los matrimonios del líder del perverso clan Sergio Andrade, pero en donde ella ninguna culpa tenía pues ignoraba que existía un delito. La Trevi goza hoy las mieles de la impunidad pese a la gravedad de ser copartícipe en estos graves crímenes y todavía, exhibe la imperante violación de la ley en México, pero igual pisotea aquello de dice; la ignorancia de ley no atenúa el delito.

Aclarando. – En el concepto de la Barra Colegiada de Abogados de NLD; el encuadramiento del dolo, la ignorancia y el error, en el delito no ha sido una cuestión pacifica en derecho penal, partiendo de la idea de delito como acción típica, antijurídica, culpable y punible. La mayoría de la doctrina ha seguido la teoría finalista, al considerar que el dolo, debe situarse como elemento subjetivo del delito, al entender que la acción no es un acontecimiento causal, sino un suceso dirigido a la consecución de un fin.

Claroscuro. – La harta ineficiencia de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para la expedición de licencias federales, conllevó a que fuera concesionada la actividad a terceros, cuyos médicos particulares rentaron galerones para habilitarlos como filiales de la dependencia federal y hacer ahí los exámenes físicos de operadores de autotransporte de carga. Los responsables de este servicio alterno a la SCT estaban autorizados a realizar exámenes a un promedio de 12 choferes, sin embargo, mediante pagos a disimulo los incrementó hasta en 25 diarios.

Claro que sí. – Se resanó el faltante de choferes, hubo menos tractocamiones hacinados en los corralones y la mayoría se abocó a los traslados de carga. En tanto la SCT cobraba alrededor de mil pesos por examen a cada chofer, los médicos particulares concesionados lograron el pago de hasta dos mil pesos y en ocasiones un poco más. Todo era movimiento en carretera, lo mismo veías a un operador excedido de peso, que la prestación de sus servicios de un diabético y con antecedente de consumo de drogas.

Claridades. – Reventó la corrupción como en cualquier otro sexenio anterior y entonces se decidió establecer un operativo en la ruta de carga de importación del Puente III. Ahí, precisamente bajo el llamado “puente mocho”, personal de SCT y la Agencia Nacional de Aduanas de México, respaldados por personal fuertemente armados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), alertaron toda actividad de la Aduana y solicitó a los choferes la copia de apto, licencia vigente y gafete de la ANAM.

Claro que no. – Interesante llamado a la negociación a las empresas maquiladoras y sindicatos hace Ramiro Garza Mata, ex director de la Facultad de Comercio ante el trastabille que vive el sector laboral tras las huelgas en Caterpillar y la Agencia Aduanal Pasquel. Desde los tiempos del líder de la CTM, Pedro Pérez Ibarra, orillado al exilio en 1992, no se veía un paro laboral de. En 1980 Héctor “La China” Canales sofocó la huelga en el Más Más, gracias a que fue avisado a tiempo.

Sabía usted que. – El desalojo que tuvo que apechugar Juan Ángel Martínez Salazar de la Secretaría del Ayuntamiento tiene como oscura arista el haber ignorado la inconformidad laboral de la maquiladora Caterpillar y que culminó en huelga. Otro en capilla y que falló en su presunción de ducho sindicalista sería el regidor Santos Francisco Hernández Aguilar, líder del Sindicato Nacional de Infraestructura (SIN) y por último el fracaso del “entregado” Luís Eduardo Martínez López. Nadie sabe, nadie supo.

javierclaudio40@yahoo.com.mx