“No hay que llegar primero, pero hay que saber…”, dice el paisano        

“No hay que llegar primero, pero hay que saber…”, dice el paisano                                     

• Las caravanas de paisanos, el método más usual para contrarrestar los peligros de su retorno a sus pueblos de origen en México.      
• “Hay que saber llegar”, dice el paisano en sus azaroso caminar hacia sus lugares de origen en México.

Por Javier Claudio

NUEVO LAREDO, TAM.- La internación del paisano por Nuevo Laredo tiene pocas características que no cambian y entre ellas serían que no merma la esperanza de llegar a sus lugares de origen pese al temor y desconfianza.

Reconoce que al paisano que las alertas de inseguridad que privan en México, no solo provienen de sus ciudades de origen, sino que son difundidas fuertemente en los Estados Unidos a fin de evitar los viajes.

“Ahora si que como dice la canción, que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”, dice Delfino Elías Vidal, parafraseando una canción del compositor José Alfredo Domínguez.

Acompañado de su hijo y esposa, procedentes de Houston, fue abordado en una empresa de nacionalización de vehículos, quien de inicio pareció prestarse a la entrevista con respuestas cortas, pero siempre en un aparente estado de alerta.

            Asintió en la ligera ventaja que les representará a los paisanos en esta temporada la nueva cotización poco arriba de 20 pesos por dólar, casi igual que el año pasado, los que les permitiría una mejor estancia con las familias en México.

            Mencionó que la inseguridad permanente que padece el país desde hace varios años, sería la principal preocupación del paisano en su tránsito hacia sus pueblos y ello les propiciaba mayor zozobra.

            Acortó sus respuestas al argumentar que el camino era largo a su pueblo y no era recomendable que se les hiciera noche en el camino.

            Otro paisano, Hilario Casillas con destino a Zacatecas, manifestó su preocupación por internarse a México debido a los altos índices de violencia en carreteras y la corrupción de autoridades, las que nunca han dejado de tener participación.

            “Ahora sí que nuestra encomienda final es Dios para llegar a nuestros pueblos, así como las oraciones de nuestras familias y quienes nos esperan nuestras familias. Sí tenemos miedo y sólo nos socorre Dios en el camino”, dijo.

Observó que una de las opciones sobre seguridad que se han hecho más frecuentes son las caravanas de paisanos, las que sales de los Estados Unidos, llegan a la frontera y continúan así hacia el interior del México.

            “Pero no todos jalan, hay algunos que deciden seguir por su cuenta solos, nomás ven que no hay riesgo alguno y comienzan a separarse. Tal algunos por la prisa y el apuro de llegar pronto para ver a sus familias”,