Claridades. – Palabras que se llevó el viento dejaron atrás aquel compromiso del Gobierno Federal con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), el poner en marcha un plan para la protección de los periodistas. Mejor sería considerar buenos salarios o al menos dignos. Tan igual como en el caso de las corporaciones policíacas; una buena remuneración les confiere mayor responsabilidad, profesionalismo, mejor servicio y alejamiento de toda tentación.

Claroscuro. – Es claro que esto parece cada vez más difícil, al optar ahora la mayoría de los medios de comunicación por incorporar o improvisar “colaboradores” y así no ser empleados e integrados a la nómina, esto con el fin de ahorrarse sueldos las empresas y a su vez en un equivalente a eludir con responsabilidad y demeritar

la búsqueda de ejercer con profesionalismo, lo que bien se debería de hacer con plena objetividad en beneficio de la comunidad y contribución por una mejor forma de vida.

Clarín. – Lamentable haya sido adoptado el sistema de convenio, lo que originó como esencia la información. Fue esta tanta, que demandaron publicitarse negocios y particulares hasta surgir entonces la necesidad de contratar un área de administración. Se dio entonces un repunte en ventas de aquellos medios que supieron trabajar con profesionalismo. Hubo otros que optaron por la comodidad de los convenios de publicación, principalmente con el gobierno y se olvidó al anunciante común.

Claro que sí. – El error fue garrafal, luego que al menos debieron haberse adoptado esos convenios con el Gobierno con suma ética e inteligencia, pues sin embargo el derrumbe fue tan abrupto que hasta se cayó en la complicidad entre ambos actores y consecuentemente se enfrentó un fustigado descrédito por parte del ciudadano ante la lisonja en fila. Es ahí donde citó recientemente con sumo tino la alcaldesa Carmen Lilia Cantúrosas, que “la gente ya no quiere ver que se alabe al gobierno”.

Aclarando. – El defender la libertad de expresión y de prensa sería la mejor forma de celebrar el Día del Periodista, –amén de que sea también a través de la dignificación salarial– para atraer el profesionalismo, la ética y la responsabilidad, lo que debe dejar muy en claro, además, que de alguna forma nos obliga moralmente a todos a aportar, pues en esto, como un derecho que confiere la Constitución, finalmente está sustentada la democracia de nuestro país.

Claro que no. – Más aún, dicho sea esto sin hacer a un lado el pleno resguardo de la integridad de los comunicadores, donde destaque la importante función de la prensa crítica, pues en ello se denota la moral colectiva que, dicho sea de paso, hoy está más pobre. La dignificación de la profesión de los comunicadores, es un compromiso no solo nuestro, sino también de las autoridades para otorgar el resguardo de un bien informar. Es así que hemos insistido; un Gobierno sin crítica dista de tener alcances.

Clarificando. – Y los efectos de toda esa gran crisis que enfrenta el periodismo cada vez son más recurrentes, donde ahora vemos más la improvisación de la profesión, invadida por quienes alguna vez fueron aspirantes a políticos, funcionarios, comerciantes y demás. Todo esto sin el afán de ofender, honestamente y en las excepciones de algunos que atinadamente comparten otra profesión con la información, además de los que inteligentemente han hecho su aportación al periodismo.

Sabía usted que. – Ciertamente la opinión de Joel Simon, director ejecutivo del CPJ; “Tenemos una visión global y es una lástima, y el presidente lo reconoció, que México está dentro de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo”. Sin embargo, debe observarse que, si no está bien protegida la ciudadanía está entonces aún más distante ese blindaje al periodista. La seguridad debe ser integral.

javierclaudio40@yahoo.com.mx